Y I'm in the albergue, por tanto he sido capaz de llegar, pura lógica. Preguntando en el aeropuerto y alguno que me ha ofrecido su ayuda viéndome despistaílla, he llegado a coger el metro que me traía al albergue. En el vagón poco turista y mucho afroamericano de Brooklyn. Al bajar en Nostrand Av. por supuesto he empezado a andar para el lado que no era. Me ha dado la sensación de estar dentro de la portada del libro que me estoy leyendo: Brooklyn Follies. Al momento, me ha recordado mucho a República Dominicana.
El albergue es éste. Realmente no es momento de ponerme escrupulosa, jeje... Con lluvia, viento y mucho cansancio me he dado una vuelta corta y he vuelto aquí. Aunque son casi las siete de la tarde no creo que aguante mucho despierta, estoy muerta... Bona nit!
Ugeee me he tenido que abrir una cuenta de Gmail para poder escribirte en el blog, o si no no se me publicaba nadaaa. Me alegra que hayas llegado sana y salva al albergue, estaba inquieta por ello, y viendo la fachada parece que te hayas ido a vivir a los decorados de cualquier película de las que estamos cansados de ver. ¿Te está gustando el libro? Ánimo, valiente, la aventura comenzó. Escribe por favor, te sigo a diario. Un abrazo grande.
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